Escritor estadounidense (1819 – 1892)
Me celebro y me canto a mí mismo.
Y lo que yo diga ahora de mí, lo
digo de ti,
porque lo que yo tengo lo tienes tú
y cada átomo de mi cuerpo es tuyo
también.
Vago…… e invito a vagar a mi alma.
Vago y me tumbo a mi antojo sobre
la tierra
para ver cómo crece la hierba del
estío.
Mi lengua y cada molécula de mi
sangre nacieron aquí,
de esta tierra y de estos vientos.
Me engendraron padres que nacieron
aquí,
de padres que engendraron otros
padres que nacieron aquí,
de padres hijos de esta tierra y de
estos vientos también.
Tengo treinta y siete años. Mi
salud es perfecta.
Y con mi aliento puro
comienzo a cantar hoy
y no terminaré mi canto hasta que
me muera.
Que se callen ahora las escuelas y
los credos.
Atrás. A su sitio.
Se cuál es mi misión y no lo
olvidaré;
que nadie lo olvide.
Pero ahora yo ofrezco mi pecho lo
mismo al bien que al mal,
dejo hablar a todos sin
restricción,
y abro de par en par las puertas a
la energía original de la naturaleza desenfrenada.
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