lunes, 30 de abril de 2018

Postales




Amanecer de paisajes.
Un bosque, montañas, el mar.
La belleza impresa en papel.












Luz de luna





Luces guiando el camino
en la noche desvelada.
Sensaciones conocidas
que guían el sendero.
Un paseo por el tiempo
cuando la luna acompaña.







domingo, 29 de abril de 2018

La vieja biblioteca





Era tiempo de ordenar su cuarto. Siempre lo postergaba. Falta de tiempo, cansancio, otra cosa más interesante para hacer.

Tomó coraje y empezó por la vieja biblioteca. Sacar los libros, acomodarlos, limpiar el polvo que se había acumulado. Tenía un cariño muy especial por sus libros. La habían acompañado a lo largo de su vida. Había disfrutado los relatos, los personajes, todo ese mundo maravilloso lleno de fantasía. Recordaba cuándo y dónde los había comprado. Cuáles eran un regalo.

¡Pero qué abandonados los tenía!

Por eso no se sorprendió, cuando al abrirlos para releer, encontró solo páginas en blanco.

Los libros estaban… Las historias, ya no.




viernes, 27 de abril de 2018

Sin equipaje




Pasear la soledad
y tomarla de la mano.
Aferrada a nada
más liviano el viaje.




Instrucciones




Respirar profundo.
Escuchar cada sonido.
Observar los detalles.
Entender la oscuridad.
Descubrir el día.





jueves, 26 de abril de 2018

Nanas de la cebolla



Miguel Hernández  
Escritor español  (1910 – 1942)




La cebolla es escarcha
cerrada y pobre.
Escarcha de tus días
y de mis noches.
Hambre y cebolla,
hielo negro y escarcha
grande y redonda.

En la cuna del hambre
mi niño estaba.
Con sangre de cebolla
se amamantaba.
Pero tu sangre,
escarchada de azúcar,
cebolla y hambre.

Una mujer morena
resuelta en luna
se derrama hilo a hilo
sobre su cuna.
Ríete, niño,
que te tragas la luna
cuando es preciso.

Alondra de mi casa,
ríete mucho.
Es tu risa en los ojos
la luz del mundo.
Ríete tanto
que en el alma, al oírte,
bata el espacio.

Tu risa me hace libre,
me pones alas.
Soledades me quita,
cárcel me arranca.
Boca que vuela,
corazón que en tus labios
relampaguea.

Es tu risa la espada
más victoriosa,
vencedor de las flores
y las alondras.
Rival del sol.
Porvenir de mis huesos
y de mi amor.

La carne aleteante,
súbito el párpado,
y el niño como nunca
coloreado.
¡Cuánto jilguero
se remonta, aletea,
desde tu cuerpo!

Desperté de ser niño;
nunca despiertes.
Triste llevo la boca.
Ríete siempre.
Siempre en la cuna
defendiendo la risa
pluma por pluma.

Ser de vuelo tan alto,
tan extendido,
que tu carne parece
cielo cernido.
¡Si yo pudiera
remontarme al origen
de tu carrera!


Al octavo mes
con cinco azahares.
Con cinco diminutas
ferocidades.
Con cinco dientes
como cinco jazmines
adolescentes.

Frontera de los besos
serán mañana,
cuando en la dentadura
sientas un arma.
Sientas un fuego
correr dientes abajo
buscando el centro.

Vuela niño en la doble
luna del pecho.
Él, triste de cebolla.
Tú, satisfecho.
No te derrumbes.
No sepas lo que pasa
ni lo que ocurre.






Atahualpa Yupanqui




Cantautor argentino (1908 – 1992)



El arriero








Los hermanos





Le tengo rabia al silencio






Guitarra Dímelo Tú







Miedo




Gabriela Mistral
Escritora chilena  (1889 – 1957)






Yo no quiero que a mi niña 

golondrina me la vuelvan; 
se hunde volando en el Cielo 
y no baja hasta mi estera; 
en el alero hace el nido 
y mis manos no la peinan. 
Yo no quiero que a mi niña 
golondrina me la vuelvan. 

Yo no quiero que a mi niña 
la vayan a hacer princesa. 
Con zapatitos de oro 
¿cómo juega en las praderas? 
Y cuando llegue la noche 
a mi lado no se acuesta... 
Yo no quiero que a mi niña 
la vayan a hacer princesa. 

Y menos quiero que un día 
me la vayan a hacer reina. 
La subirían al trono 
a donde mis pies no llegan. 
Cuando viniese la noche 
yo no podría mecerla... 
¡Yo no quiero que a mi niña 
me la vayan a hacer reina!





miércoles, 25 de abril de 2018

Ritual




Besos de madrugada
al calor de las miradas.
Espacio para el deseo
tiempo para volar.

Un rito santificado
un instante de placer.
Lejos de pensamientos
frente a frente solo dos.






In Bed –The Kiss
Henri de Toulouse-Lautrec



Súplica




Amordazó sus manos.
Se hincó sobre el hielo
de sus lágrimas.
Trepó al cielo algodonado.

Se hizo estrella fugaz
eternamente.





martes, 24 de abril de 2018

Multitud




Gente entre la gente.
Caminar a ciegas.
Descifrar movimientos.
Aventurar historias.
Encontrar respuestas.
Cada uno entre la gente.
Nada.
Nadie.

Solo gente entre la gente…





Descubrimiento




De cara a lo irreal
buscando ilusiones
perdidas, borradas,
descubro la mágica
aventura de existir.

La realidad frente
a mi cara.




sábado, 21 de abril de 2018

Protección




En tus brazos
las penas sanan,
el dolor profundo
desaparece,
la ausencia
se diluye.

Son alas protectoras
que en la inmensidad
del mundo en caos,
me rescatan...

Nos rescatamos.




viernes, 20 de abril de 2018

Comienzo




Cerca de tu mirada
la distancia es infinita
un encuentro posible
define la partida.

Tras el cristal
que despeja sueños
se iluminan tu presencia
y mi locura.

Solo un momento
tan solo uno
para alejar fatigas
y lamentos.

Entonces sí,
en un rincón callado
de tu mente volaré
y seré nido.




Preferencias




Escuchar palabras vacías
huecas, sin sentido…
Hace que ame el silencio.

Tu silencio.




jueves, 19 de abril de 2018

Clima de época





Ver a lo lejos
la distancia entre el olvido y la verdad.
Huellas recorridas
que se evaporan con el tiempo
y la mentira.
Símbolos de una época
de destierro, vergüenza, dolor.





miércoles, 18 de abril de 2018

Despertar




En el cuarto iluminado
una figura se dibuja
tras el velo que la oculta.
Su belleza tenue
su melancólica altura,
se engrandece.
Ha descubierto en su piel
la calidez de otras manos
que liberan su paisaje.




martes, 17 de abril de 2018

lunes, 16 de abril de 2018

Caricias




Como un gusano
con su brazos bien abiertos
eres tú.

Reptando pegajoso
por mi espalda,
arrugando
sus pliegues
aleatorios
y trepando
hasta el árbol
de mi cuello.

Androide subterráneo.
Antiguo habitante
de la Cueva Prohibida
alistas tu mano
para clavarte
en la sangre.



domingo, 15 de abril de 2018

Nacimiento del sol




Verano en el tiempo.
Un sol de mil diamantes
deshace la tibieza que dejó
en la mañana.

Ausente al despertar,
gira en torno a mí
buscando el aire.
Viento encandilado
y jadeante:
Verano en el tiempo.

Una gota de piel
descansa en la hoja.
Atenta, espera el
aviso acostumbrado
que descubra al día.

Y en ese momento,
veré la tierra descorrer
su manto y en un
parto mendigo de sed
y de mi ausencia,
beberé a gritos
un trago más
de raíces florecidas
en verano.



sábado, 14 de abril de 2018

Promesa incumplida




Una gota de lluvia ha quedado suspendida
en la hoja de un alerce;
ha bastado el soplo de una suave brisa
para hacerla añicos en la tierra.

Tierra reseca, árida, escarpada
hambrienta de aire y aguaceros,
mordiéndose a sí misma sus terrones
desgajándolos de a trozos como piedras.

Hambre de sed, de aliento, de mortaja,
de hueco que se ahonda y se contrae,
de vahos criminales y certeros
bajo el anuncio incumplido
desde el cielo.

Y a la sombra de nubes mentirosas
roba sin piedad gotas de llanto
a los pies de los ojos que prometen
cada mes jugar a ser la lluvia.
frente al muerto.





jueves, 12 de abril de 2018

Aromas




Me ahogo.

Y sin embargo sigo respirando un mismo aire agrio e infectado.

Un aire de espanto que huele a muerte.


Ese mismo aire de olor a agua podrida.

A piel que se pudre.

A rincón derruido y con moho.

A pasadizo de subte intransitado.

A puente sobre vías de un tren que ya no pasa.

A riachuelo cuando el riachuelo deja el río y se hace miseria.

A basura que fermenta y no es la nuestra.

A flores marchitas junto al muerto.

A sangre que se seca sobre la carne agusanada.

A ropa sucia con suciedad de años de cárcel.

A pasillo de hospital después de la hora de limpieza y
en tardes de domingo después de la hora de visita.

A inmundicia y dolor que vaga por las calles ennegrecidas y sudorosas,
territorio de la furia callada y miserable.

A oscuridad goteada de humedades humanas en esquinas de adoquines desparejos.

A sótanos deshabitados en callejones poblados de parias y dementes.

A vahos de alcohol rancio, de gargantas entumecidas de frío y de polvo de vidrio de botellas.

A moscas anidando en heridas pestilentes que supuran soledad, abandono, vejaciones.

A lágrimas rodando por mejillas de sal, deshilvanando historias de hombres en cuerpos de niño.

Me ahogo
y sigo respirando.

Es un mismo aire con olor a infierno.





miércoles, 11 de abril de 2018

Oscuridad de noche




La noche se sumerge
por nuestros cuerpos
atrapando su circulación
viscosa y asfixiante.

Es de una oscuridad
pútrida y absoluta
que resiste y se relame
por cada agujero abierto
de nuestras venas.

Nos perfora, nos aguijonea
nos clava su estaca
draculiana y mortífera
justo en el lugar exacto
del cerebro.

Y anda de puerta en puerta.
Imponiendo estrellas…
Anudando esquinas…
Esquivando tachos…
Sorprendiendo infames…
Aventurando historias…
Desterrando muertos…
Ilusionando vagabundos…
Augurando infiernos…
Persiguiendo ausentes…

Y siempre sola.

Como una mujer en cuerpo
de hombre.
Como animal alumbrando presas.
Como alma en pena
desnudando ausencias.
Como flor de papel que se
pudre de tierra en un florero.

Y quieta. Y alucinada.
Haciendo de su sombra un
hueco en el que meter un
poco de lluvia en tiempos de
sequía.

Nada la sorprende.
Nada la desconcierta.
Siempre pareja, atinada.
Siempre igual y repetida,
consecuente en su sombra,
sus espejos, sus miradas.

Y siempre de noche....
La noche.