Caminé algunos pasos en esa dirección,
y no encontré lo que buscaba.
Regresé por otro camino,
y ya había perdido la distancia.
Me detuve a pensar en alguna estrategia,
y eran los demás los que avanzaban.
Cerré los ojos para recordar el destino,
y sólo vi una imagen en blanco e imperfecta.
Decidí esperar, sentada, en una esquina
pero alguien llegó, dobló el plano
y me dejó aplastada justo al lado
de un poste de alumbrado.