domingo, 11 de marzo de 2018

Mi ciudad - San Telmo


San Telmo







Mi ciudad - Puerto Madero


Puerto Madero








A flor de piel



Mi deseo a flor de piel.
Pero solo es lamento de un
grito atenuado por la espera
de su voz entre tanto silencio.

Y quiero saber cuál es el destino
que el azar
me tiene asignado.
¿Seguir vagando hasta el infinito?
¿O amarrarme a su llamada
cálida, segura, tranquila
a su pensar que escribe
palabras de deseo, placer, pasión?

El necio asiente.
El prudente espera.
El inquieto corre.
El cobarde huye.

Yo asiento, espero, corro, huyo.

Un quejido entrecortado se escucha entre los lamentos inconmensurables de mi tristeza.
Su voz.

Sólo tengo ese grito para aferrarme antes de dar el Gran Salto Final
hacia el Vacío Eterno de la Estupidez Humana: La Mentira

Y mientras sostengo mi mano en alto para no morir,
una palabra – la suya – me dice que lo llame.
Y yo en obediencia tal, asiento,
y espero antes de correr en mi huida final.



Imágenes cambiadas



Siento temor y espanto de no verte
gritar tu nombre, esconder tus sobras
en fin, que no soy quién ni el que te nombra
soy simplemente el emisario de tu muerte.

Y por estar así, echado todo a suerte
es que me voy cansado y no te asombra
la luz dibuja tu perfil en sombra
mientras te vas, ella de pie, inerte.

Y a qué buscar distancias a lo lejos,
y a qué pensar que el tiempo es tu tirano
si solo vacío y rencor hay en tus manos

si cuando escucho tu voz es mi sonido.
Y lo peor, lo oculto, lo temido:
que cuando veo tu rostro es mi espejo.