Henri de Toulouse-Lautrec
El arte... Expresión de sensaciones, sentimientos, fantasías, ideas...
sábado, 17 de febrero de 2018
Mujer con sombrilla en un jardín
El jardín de las delicias
Ella y él
Ocultos
siempre tras el velo clandestino
que disfraza sus figuras
en carne y alma vivas.
Silenciosos
en sus besos y caricias
despertando las voces
de sentencia que ellos
no escuchan.
Trasnochados
en eternas madrugadas
de placeres y caricias
que no esperan
la mañana - no hay tiempo-
Iluminados
por sus ojos encendidos
que vislumbran
sus contornos recorridos
con manos que deliran.
Ella y él
solo de noche
solo en penumbras
solos...
Sintiéndose.
Deseándose.
Amándose...
Ellos...los amantes.
"Los amantes" René Magritte
Aquel viejo árbol
Una esquina cualquiera...
Gotas sobre el vidrio
Hojas al viento
Las
hojas que el otoño abandonó a su suerte bailan, flotan, se alzan. Es el viento,
transparente motor, que no descansa y se divierte.
Como
un mago ilusionista las aleja, se dispersan y agotadas por el viaje, se ocultan
en rincones del jardín donde no las pueda encontrar.
Ya
resecas se deshacen en trozos por las manos y eso que fue vida brillante y
altiva, vuelve a la tierra a reposar hundiéndose entre sus gajos hasta
recomenzar su destino.
Lo humano
Antes de escuchar la palabra,
resonó el pensamiento en mis
ojos.
Imagen perfecta, imaginada,
que atrapó el tiempo con
cerrojos.
Pero quedó sola.
Y entonces se tornó imperfecta,
indeseada.
Se unió a la corriente.
Fue una más entre tantas ya pensadas.
Se volvió intrascendente.
Se hizo humana.
Los otros
Por las calles
de la gran ciudad,
descubre la mirada
indiscreta de los otros.
No lo miran a él
no miran a nadie
lo esquivan, se entrecruzan
se evaporan.
Olvidaron ya hace tiempo
la presencia ardiente
el roce de los cuerpos
la calidez de las voces.
En esas calles
en esa gran ciudad
perdieron su humanidad
y son solo “los otros”.
La espera
La llegada que esperas
con anhelo, con ilusión,
se esfuma entre tus manos.
Tanto tiempo deseando
ese regreso
y por fin te has dado cuenta
que nada ha sido cierto:
fue solo tu mente
desolada, ausente
que por ocultar tu desierto
creyó en la fantasía.
Ahora es tiempo
de volver a tu vida poseída
de imágenes reales
tan certeras, tan presentes
que aun crueles,
te mantienen aquí
de pie, omnipotente.
Mi ciudad - La Boca
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