sábado, 17 de febrero de 2018

La Toilette


Henri de Toulouse-Lautrec

Árbol gris


Piet Mondrian 

Mujer con sombrilla en un jardín



Pierre-Auguste Renoir 


Blue Dancers


Edgar Degas

El grito




Edvard Munch

Mujer en blanco


Amedeo Modigliani 

El jardín de las delicias


El Bosco

Ella y él


Ocultos
siempre tras el velo clandestino
que disfraza sus figuras
en carne y alma vivas.

Silenciosos
en sus besos y caricias
despertando las voces
de sentencia que ellos
no escuchan.

Trasnochados
en eternas madrugadas
de placeres y caricias
que no esperan
la mañana - no hay tiempo-

Iluminados
por sus ojos encendidos
que vislumbran
sus contornos recorridos
con manos que deliran.

Ella y él
solo de noche
solo en penumbras
solos...
Sintiéndose.
Deseándose.
Amándose...

Ellos...los amantes.


"Los amantes" René Magritte


Aquel viejo árbol






Fotografía: ChronosFeR




Atardecer









Fotografía: ChronosFeR





Una esquina cualquiera...






Fotografía: ChronosFeR




El viejo farol






Fotografía: ChronosFeR




Cielo encendido






Fotografía: ChronosFeR




Reflejos







Fotografía: ChronosFeR



Gotas sobre el vidrio






Fotografía: ChronosFeR




Paisaje





Fotografía: ChronosFeR




Hojas al viento



Las hojas que el otoño abandonó a su suerte bailan, flotan, se alzan. Es el viento, transparente motor, que no descansa y se divierte.

Como un mago ilusionista las aleja, se dispersan y agotadas por el viaje, se ocultan en rincones del jardín donde no las pueda encontrar.

Ya resecas se deshacen en trozos por las manos y eso que fue vida brillante y altiva, vuelve a la tierra a reposar hundiéndose entre sus gajos hasta recomenzar su destino.

Lo humano


Antes de escuchar la palabra,
resonó el pensamiento en mis ojos.
Imagen perfecta, imaginada,
que atrapó el tiempo con cerrojos.

Pero quedó sola.

Y entonces se tornó imperfecta, indeseada.
Se unió a la corriente.
Fue una más entre tantas ya pensadas.
Se volvió intrascendente.

Se hizo humana.

Los otros


Por las calles
de la gran ciudad,
descubre la mirada
indiscreta de los otros.

No lo miran a él
no miran a nadie
lo esquivan, se entrecruzan
se evaporan.

Olvidaron ya hace tiempo
la presencia ardiente
el roce de los cuerpos
la calidez de las voces.

En esas calles
en esa gran ciudad
perdieron su humanidad
y son solo “los otros”.

La espera


La llegada que esperas
con anhelo, con ilusión,
se esfuma entre tus manos.

Tanto tiempo deseando
ese regreso
y por fin te has dado cuenta
que nada ha sido cierto:
fue solo tu mente
desolada, ausente
que por ocultar tu desierto
creyó en la fantasía.

Ahora es tiempo
de volver a tu vida poseída
de imágenes reales
tan certeras, tan presentes
que aun crueles,
te mantienen aquí
de pie, omnipotente.

Mi ciudad - La Boca


La Boca