Cara de triste lamento arremete y se mete por el hueco azul de una vena
abierta.
Ese es un
verso, terso.
Y cuando
tuve su mano en mi mano, no lo vi.
Y se soltó.
Y pudo ser la primera oportunidad para que fuera lo que siempre quise y nunca
me animé a ser, hacer, tener, querer, poder, deber, entrever, beber, meter,
sorber, anochecer, enloquecer, saber...
Y ya está.
Pasó.
¿Pasó?
No.
Por acá, no.