Palabras que son
gritos, que son susurros. Que bendicen y maldicen sin piedad. Que dan paz y que
torturan.
Palabras para
recordar, para olvidar. Que ilusionan, celebran y perdonan.
Palabras como
caricias, como ternuras… y como látigos implacables en la mente.
Palabras bravías,
aventureras, que luchan y perduran.
Y palabras que son
cobardía y son traición. Que se ocultan y disfrazan en palabrería sin convicción.
Palabras que son
noche, calma, silencio. Y perdición.
Palabras para decir
amor, ternura, compasión. Y para odiar con furia, dolor, espanto.
Palabras… solo eso. Y
mucho más…