lunes, 12 de marzo de 2018

El beso





Fotografía: Robert Doisneau


Una espera eterna



Tengo la certeza casi inevitable
que entre tanto rumiar mi desolación y mi tristeza,
algo va a suceder.

Un presagio casi póstumo, irreverente, trágico
que señala huellas de un andar acompasado y virtual
como la voz y la palabra que me cubren.

¿Sabrá mi compañero de ruta
la descomunal revolución
que ha provocado
en la rutina oxidada
y errante de mis días?

Yo sé que soy apenas
un alto en el camino
un disfrute para su ego
reconfortado.

Él es el quiebre ¿incondicional?
de un pasar aburrido
indiferente, ajeno
que antecede al definitivo momento del final.