Tan lejos
tan fuerte
tan fatal,
es el silencio que
quedó.
Se escapan de sus
manos las promesas al sol
por ese mismo camino
pedregoso se irá
jurando que ruegos y
lágrimas, ya no serán
que el destino hará
crecer tierra nueva y fértil.
Y que esta vez, sí,
las palabras se irán con el viento.
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