No es frío, no es soledad, no es desamparo
son unas terribles ganas de nadar
en lo profundo de tu mente,
y buscar allí esas respuestas
que tu boca ha sellado para siempre.
Tal vez encuentre lo que busco:
una idea cierta y acabada
de cuál es tu mundo, cuál tu infierno
y el porqué de tu silencio aprisionado.
¿Es posible asesinar sólo al pensarlo
tu irremediable soledad hecha de ausencias?
¿Es posible que el cuerpo te abandone
cuando tu mente cabalga a la distancia?
Y siempre igual, siempre te callas
y ni aun equivocando intentos
me das una certeza, una verdad
una palabra, al menos.
No te preocupes:
no es frío, no es soledad, no es desamparo
es solo temor de ver que en tu espejo
se reflejen los bordes de la muerte.
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