viernes, 16 de febrero de 2018

Tan distintos, tan iguales


Somos el día y la noche.

Yo me enciendo con el sol
tú prefieres a la luna.

Yo camino entre la brisa
tú te haces grande en la tormenta.

Yo me pierdo entre palabras
  siempre te callas.

Yo elijo recorrer la calma en la montaña
tú te adentras en el mar embravecido.

Yo sueño aun despierta
tu siempre con los pies bien sobre la tierra.

Pero aun así hay un tiempo
breve y claro
en que la noche se hace día
y en la rompiente de las olas
contra la roca inmóvil,
vienes a mi encuentro
despojado de tus miedos
a llevarme a tu mundo
que siempre ha sido el mío.

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