viernes, 16 de febrero de 2018

Música


Y se preguntará
por dónde camina el ciego
siempre al borde del abismo
siempre al límite de la piedra
siempre listo a la caída
y a su desaparición.

Y pensará
en qué bolsa meter el tiempo
para que el segundo se aprisione
y no dure
y no llegue a minuto
y no sea hora
y no forme días.

Anticipará
sin miedo, con seguridad
cómo es la vida
aún antes de vivir
aún antes de nacer
aún antes de morir. Definitivamente.

Y recordará
buscando entre imágenes
de antes y de ahora, una escena
final, determinante, fugaz
y eterna. Aquella que todavía no ocurrió.

Y nadará
en un mar vacío, de agua
contaminada
de agua a la hora del crepúsculo
de agua en tiempo de marea baja
de agua adherida al cuerpo
que no se desprende, que quema.

Y amará
con desconfianza, sin entrega
con manos extendidas y cerradas
con manos de calor pobre, descolorido
con manos de dedos uniformes
y sin forma.

Y soñará
teniendo los ojos entreabiertos, entrecruzados,
entrelazados
y no podrá contar nunca
ese sueño: se le cerrará la voz.

Y después de preguntar, de
pensar, de anticipar,
de recordar, de nadar, de amar,
de soñar, tendrá
tiempo, y aún le resta suficiente
para fumar un cigarrillo
mientras escucha un tema
de Pink Floyd.

No hay comentarios:

Publicar un comentario