martes, 19 de junio de 2018

La nada





A unos pasos leves
intangibles, se eleva en
mágica estatura
la trampa insostenible
del tiempo que avasalla
y clama por su presa:
Yo.

Y adelantando imágenes
futuras, previsibles, sospechadas
inauguro el presente
que se hizo carne
de pasadas aventuras,
sin intuir, aun viendo
el silencio del aquí
la sombra del ahora
la inquietud del hoy.

Y derramando voces
confundidas, infiltradas
torpes
se presiente el atardecer
del día,
ocultando sombras.
Ya no habrá luz.
Ya no habrá refugio
que calme la incertidumbre
del después
de la nada que sumerge
en su oleaje enfurecido,
la continuidad de los días
erigidos, inhóspitos, brutales.