martes, 6 de marzo de 2018

Sin retorno



Una hoja cae lentamente
desde la copa del árbol hasta el piso
y en ese tiempo fugaz y hasta indecente
te pienso.

Acomodo sin permiso
uno a uno los libros de tu mente.
Desnudo las paredes
dejando a la intemperie
los huecos del arte, sin redes.

Pero no puedo
siquiera suponer
desabrocharte de mi historia
                            de mi vida
                                            de mi pensamiento
                                        de mi locura
                                              de mi deseo.

Es más fácil hacer caer
piedras hasta el cielo.



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