jueves, 15 de febrero de 2018

Un destino: amar


Acariciar las heridas
que por frágiles,
el cuerpo atesora.

Traspasar el grito
que ahoga el pensamiento
y aliviarlo en un susurro.

Acertar la mirada
justa
en unos ojos esperados.

Entibiar las horas
transcurridas
en silencio compartido.

Recordar el encuentro
de dos voces
que evocaban un destino.

Presentir el aroma
de una piel esperada
a la distancia.

Amar, solo amar
y no esperar
en el destierro
nada más.


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