La luz de la mañana
ilumina cada rincón.
Invade con tenacidad
las sombras de la
noche.
Disipa las dudas
escondidas, negadas.
Alivia y perfuma
pensamientos cansados.
Teje sutiles tramas
para entibiar el aire.
Acaricia la frente
hace brillar los ojos.
Luz que salva,
protege, calma…
Y generosa, regresa
cada día
puntual y decidida.